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La utilización de la fecha del 15 de setiembre por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica en sus publicaciones oficiales

Las autoridades católicas utilizaron la fecha del 15 de septiembre como una fecha para la publicación en los periódicos El Eco Católico y La Unión Católica sobre temáticas asociadas al rol de la independencia en la vida de la nación, así como una fecha para expresar sus posturas sobre temas relevantes para la sociedad de la época. Las publicaciones se caracterizaron por ser un recopilado de menciones hacia el 15 de septiembre como día de fiesta, a la vez en ellos se exaltaban los sentimientos de entusiasmo y patriotismo por el significado que tenía la independencia para los costarricenses. Estas publicaciones coincidían con los intereses de los gobernantes civiles en el esfuerzo por establecer la fecha de independencia como un día de fiesta, unión y regocijo, por lo que demostraban la existencia de intereses en común entre los poderes y reforzaban la idea de que era necesario mantener los vínculos fuertes entre ambos. Las publicaciones compartían menciones directas a la libertad obtenida en la independencia, y la necesidad de respetar y luchar por mantenerla frente a las adversidades que suponía la intromisión de ideas perniciosas como la masonería, el protestantismo o la crítica al sentir patriótico de los sacerdotes y obispos costarricenses, problemáticas que estaban presentes desde mediados del siglo XIX y se extendieron ya entrado el XX. 

El carácter patrio fue un aspecto recurrente en los escritos publicados en las fechas cercanas a la celebración de independencia, en los cuales se remarcaron la unión entre el amor por la patria y el amor religioso. Un ejemplo del carácter patriótico de los escritores católicos en esas fechas fueron los asociados a la defensa de la libertad que trajo consigo la independencia, como una muestra de la defensa de la moral, los valores y el amor a la Patria. La libertad dada por la independencia era una libertad vinculada a Cristo, y a los principios católicos, puesto que la independencia había significado una separación del dominio monárquico, pero no de Dios ni de la Iglesia católica. Lo anterior queda claro en la siguiente afirmación del diario La Unión Católica: 

    "Se ha dicho que la Independencia de la América Española obedecía á los principios proclamados por la Revolución francesa á fines del pasado siglo; y hay parte de verdad en eso: el odio al sistema monárquico, la aspiración á la libertad, precioso don del Criador, sin el cual el hombre no podría ser responsable de sus acciones, y el deseo del Gobierno propio, estos fueron los móviles de la independencia". (La Unión Católica, 1896, p. 817).

Asimismo, los textos en los periódicos católicos oficiales fueron usados por las autoridades eclesiásticas para posicionarse sobre las críticas al accionar de los religiosos o a la intromisión de ideas ajenas a la moral costarricense. El primer aspecto se evidencia en el derecho de respuesta de un feligrés en La Unión Católica ante comentarios al patriotismo de Monseñor Thiel. Las críticas recibidas se centraron en una acusación de abandono de una ermita por parte del obispo, para que esta se convirtiera en una escuela, acto propuesto por el señor Florencio Castro. La respuesta a la iniciativa no se hizo esperar y el católico argumentó el compromiso del catolicismo con el progreso del país y el trabajo del clero como un ejemplo de amor patrio. 

En las publicaciones se defendió las acciones y el patriotismo del obispo Thiel, al destacar como éste estaba comprometido con la enseñanza de la fe católica a todos quienes habitaran el territorio, al desplazarse a distintas zonas del país para predicar a grupos indígenas, dejando de lado las dificultades que esto pudiese tener. Las declaraciones dejaron claro que, sin importar donde había nacido el obispo, sus sentimientos patrióticos, su amor por Dios y su compromiso con el progreso costarricense iban de la mano con las acciones del gobierno. El texto resaltó de manera clara y directa la labor protectora de la Iglesia católica al afirmar que ésta ha trabajado siempre en beneficio de quienes más lo necesitan, dando protección y colaborando en el desarrollo social, político y económico de los pueblos. 

La fecha de celebración de la independencia fue también utilizada por la jerarquía católica para reflexionar sobre las problemáticas sociales, económicas, políticas y territoriales a nivel latinoamericano. Un ejemplo fueron las críticas a las políticas y avances de los Estados Unidos en América Latina, situación que le permitió a la cúpula católica reafirmar la importancia del amor y la defensa de la patria, tanto para detener la intromisión de ideales y valores ajenos al costarricense como para continuar caminando hacia el progreso. Esta posición se relacionó a su lucha para evitar la expansión del protestantismo y de valores contrarios a los principios católicos en Costa Rica. 

Para el caso de las críticas realizadas a las políticas estadounidenses en América Latina, en un artículo del mes de septiembre de 1899 en El Eco Católico, las autoridades religiosas se posicionaron sobre las implicaciones de la doctrina Monroe en el continente americano. Estas críticas versaron sobre las intenciones de control y monopolización del poder por parte de los Estados Unidos en la región, mediante actividades como el ferrocarril, la compra de terrenos, la construcción y el control del comercio. Lo cual realizaba a través del establecimiento de empresas estadounidenses en territorio latinoamericano, lo que traería como resultado la dominación de esta nación sobre los pueblos de la región. Ante esta problemática, la jerarquía católica dejó claro la necesidad de luchar contra la llegada de las ideas protestantes y la toma de control de los estadounidenses e invitó a los habitantes a recordar el orgullo de la herencia europea, particularmente la hispana, así como a defender aquellos elementos de la identidad latinoamericana de origen europeo.


Mariana Blanco Ortiz y José Aurelio Sandí Morales

Escuela de Historia, Universidad Nacional

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