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Mostrando entradas de marzo, 2021

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (IV): El Gobierno civil y su deseo de voz y voto a la hora de nombrar los obispos

Cuando Marenco llegó a tierras costarricenses, sabía que debía de cerrar de una vez por todas la creación de la provincia eclesiástica de Costa Rica, pero también debía de buscar a los hombres idóneos para cada sitio escogido como sede episcopal.  Sin embargo, para el caso costarricense, como en otros casos de América Latina, el gobierno del país deseaba tener voz y voto en la designación de los posibles prelados. Los gobernantes del país sabían lo útil que era tener obispos afines a sus políticas o por menos que no ocasionaron problemas ni disturbios sociales, por ende, deseaban su grado de injerencia en la designación de los obispos. De modo general el gobierno siempre se mostró de acuerdo con la división y hasta había dado una terna para los obispos de las nuevas sedes. Este derecho que había perdido desde 1884 por la derogación del Concordato, pero que, Roma por amistad y diplomacia aún le permitía tal privilegio. Bajo este panorama Mons. Marenco empezaba a darle forma a la divisió

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (III): Los deseos y anhelos del clero costarricense

Toda diócesis necesita de un obispo y todo obispo necesita de una diócesis. Es bajo esta premisa que se deben entender los nombramientos que se dieron en torno a la Provincia Eclesiástica de Costa Rica entre los años de 1921-1922.  Cuando tomó auge la idea de crear la Provincia Eclesiástica de Costa Rica no se pensó de manera directa en nombres de los consiguientes obispos. Solo se sabía que si se creaba de manera expedita el primer arzobispo de San José sería Mons. Juan Gaspar Stork, quien en ese momento era el obispo de la diócesis-país de Costa Rica. Durante el periodo en el cual Mons. Juan Cagliero fue el delegado Apostólico, no se mencionó ningún nombre para la o las nuevas sedes de episcopales. El que no se hablara de nombres y hombres en particular, no quiere decir que no existiera quien desease ser obispo. En este caso se puede mencionar que desde 1913, Antonio del Carmen Monestel Zamora lo manifestó de manera abierta al enviar información a Cagliero sugiriendo cambios en la di

Digitalización de circulares y libros de acuerdos

Entre octubre de 2020 y enero de 2021 el Archivo desarrolló un proyecto de digitalización de las series de Circulares de Gobierno Episcopal y Libros de Acuerdos, proyecto que ha contado con la financiación de Iberarchivos (XXI convocatoria de ayudas a proyectos archivísticos, correspondiente al 2019). En años anteriores ya se había trabajado en la descripción de ambas series, igualmente con el apoyo de Iberarchivos (ver en este blog:  Inventario de Cartas Pastorales, circulares y visitas pastorales de los Obispos de San José  y  Indización de los Libros de Acuerdos de la Curia Metropolitana de San José ) y actualmente sus inventarios están publicados en el Inventario General en Línea  . Ahora, gracias a la ayuda de Iberarchivos y al trabajo desarrollado por la empresa contratada al efecto, hemos podido completar el trabajo digitalizando casi por completo las dos series documentales, cuya conservación y servicio al público quedan de ese modo mejor garantizadas.

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (II): La división geográfica

Como se vio en la entrega anterior el encargado de llevar a delante la división de la diócesis de Costa Rica por designio de Roma era Mons. Cagliero. Este último, así como Stork, obispo de San José, estaban de acuerdo en la división, el problema es que no estaban de acuerdo en el tipo de división geográfica que se debía hacer, lo cual generó, unido a otros elementos, grandes discusiones entre ambos. Cagliero propuso, influenciado por el presbítero Antonio Monestel, la siguiente división: una arquidiócesis en San José, que atendiera la totalidad de las provincias de San José, Cartago y Limón y una diócesis de Alajuela que comprendiera la totalidad de las provincias de Alajuela, Heredia, Puntarenas y Guanacaste. Por su parte, Stork deseaba: una arquidiócesis en San José cubriendo las provincias de San José, Cartago, Heredia y Alajuela, pero sin los territorios de San Ramón, Orotina y San Mateo, que estaría a cargo del obispo de la diócesis de Puntarenas que también cubriría a la provinci