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A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (VI): Las explicaciones políticas y diplomáticas de su origen

La participación del Estado costarricense en la elección de los nuevos obispos y hasta en la división territorial de la Provincia Eclesiástica del país respondía a las buenas relaciones entre en la Santa Sede y Costa Rica . Lo cual es inobjetable y las fuentes lo confirmaron. Sin temor a equivocación y en términos diplomáticos se puede decir que la Santa Sede le “debía” un favor a Costa Rica. País que le abrió de par en par las puertas para establecer en su territorio una sede para sus representantes en el Istmo centroamericano. Esto le permitió a Roma crear relaciones no solo diplomáticas y religiosas, sino también conocer qué sucedía en diversos ámbitos en la región, gracias a los informes que realizaban sus delegados.  Tampoco se debe olvidar la escogencia de Costa Rica como sede para los enviados papales a Centroamérica, pues esto fue también un espaldarazo de Roma al país, ya que con esa confianza demostró que esta nación era un lugar “tranquilo y civilizado”, donde los delegados

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (V): Las ventajas de tener un enviado apostólico en estas tierras

En la entrega anterior se llegó hasta la inesperada muerte de Mons. Stork. La cual vino a cambiar toda la situación y los planes elaborados por Mons. Marenco, pues luego de conocer la noticia del deceso del Ordinario de San José el gobierno del país cambió de opinión en su apoyo irrestricto a la creación de la Provincia Eclesiástica, como se verá a continuación.  En un documento titulado como “Confidencial”, Alejandro Alvarado Quirós, ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, le escribió el 8 de enero de 1921 a Mons. Marenco para indicarle que, a causa de la muerte de Mons. Stork, en el gobierno civil  “ya no vemos la urgencia de ella [la división], y en este momento en que está abierta la sucesión del Obispado, sería hasta cierto punto contraproducente para la tranquilidad de los círculos católicos, aumentar con nuevas candidaturas la división entre el clero y dar incentivo a las ambiciones, que son humanas y explicables aun entre sacerdotes”.  Aun, el mismo Alvarado Quirós pro

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (IV): El Gobierno civil y su deseo de voz y voto a la hora de nombrar los obispos

Cuando Marenco llegó a tierras costarricenses, sabía que debía de cerrar de una vez por todas la creación de la provincia eclesiástica de Costa Rica, pero también debía de buscar a los hombres idóneos para cada sitio escogido como sede episcopal.  Sin embargo, para el caso costarricense, como en otros casos de América Latina, el gobierno del país deseaba tener voz y voto en la designación de los posibles prelados. Los gobernantes del país sabían lo útil que era tener obispos afines a sus políticas o por menos que no ocasionaron problemas ni disturbios sociales, por ende, deseaban su grado de injerencia en la designación de los obispos. De modo general el gobierno siempre se mostró de acuerdo con la división y hasta había dado una terna para los obispos de las nuevas sedes. Este derecho que había perdido desde 1884 por la derogación del Concordato, pero que, Roma por amistad y diplomacia aún le permitía tal privilegio. Bajo este panorama Mons. Marenco empezaba a darle forma a la divisió

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (III): Los deseos y anhelos del clero costarricense

Toda diócesis necesita de un obispo y todo obispo necesita de una diócesis. Es bajo esta premisa que se deben entender los nombramientos que se dieron en torno a la Provincia Eclesiástica de Costa Rica entre los años de 1921-1922.  Cuando tomó auge la idea de crear la Provincia Eclesiástica de Costa Rica no se pensó de manera directa en nombres de los consiguientes obispos. Solo se sabía que si se creaba de manera expedita el primer arzobispo de San José sería Mons. Juan Gaspar Stork, quien en ese momento era el obispo de la diócesis-país de Costa Rica. Durante el periodo en el cual Mons. Juan Cagliero fue el delegado Apostólico, no se mencionó ningún nombre para la o las nuevas sedes de episcopales. El que no se hablara de nombres y hombres en particular, no quiere decir que no existiera quien desease ser obispo. En este caso se puede mencionar que desde 1913, Antonio del Carmen Monestel Zamora lo manifestó de manera abierta al enviar información a Cagliero sugiriendo cambios en la di

Digitalización de circulares y libros de acuerdos

Entre octubre de 2020 y enero de 2021 el Archivo desarrolló un proyecto de digitalización de las series de Circulares de Gobierno Episcopal y Libros de Acuerdos, proyecto que ha contado con la financiación de Iberarchivos (XXI convocatoria de ayudas a proyectos archivísticos, correspondiente al 2019). En años anteriores ya se había trabajado en la descripción de ambas series, igualmente con el apoyo de Iberarchivos (ver en este blog:  Inventario de Cartas Pastorales, circulares y visitas pastorales de los Obispos de San José  y  Indización de los Libros de Acuerdos de la Curia Metropolitana de San José ) y actualmente sus inventarios están publicados en el Inventario General en Línea  . Ahora, gracias a la ayuda de Iberarchivos y al trabajo desarrollado por la empresa contratada al efecto, hemos podido completar el trabajo digitalizando casi por completo las dos series documentales, cuya conservación y servicio al público quedan de ese modo mejor garantizadas.

A propósito de los 100 años de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (II): La división geográfica

Como se vio en la entrega anterior el encargado de llevar a delante la división de la diócesis de Costa Rica por designio de Roma era Mons. Cagliero. Este último, así como Stork, obispo de San José, estaban de acuerdo en la división, el problema es que no estaban de acuerdo en el tipo de división geográfica que se debía hacer, lo cual generó, unido a otros elementos, grandes discusiones entre ambos. Cagliero propuso, influenciado por el presbítero Antonio Monestel, la siguiente división: una arquidiócesis en San José, que atendiera la totalidad de las provincias de San José, Cartago y Limón y una diócesis de Alajuela que comprendiera la totalidad de las provincias de Alajuela, Heredia, Puntarenas y Guanacaste. Por su parte, Stork deseaba: una arquidiócesis en San José cubriendo las provincias de San José, Cartago, Heredia y Alajuela, pero sin los territorios de San Ramón, Orotina y San Mateo, que estaría a cargo del obispo de la diócesis de Puntarenas que también cubriría a la provinci

Las diputaciones provinciales en Nueva España y Reino de Guatemala

Nos congratula presentar un nuevo título de la  Sección Víctor Sanabria Martínez , dentro del sitio web del Archivo: Las diputaciones provinciales en Nueva España y el Reino de Guatemala. Cuestionamientos sobre su papel en el desarrollo del federalismo , cuyo autor es el historiador Manuel Benavides Barquero. El artículo hace un estudio de la institución de la diputación provincial creada por las Cortes de Cádiz como un brazo del Poder Ejecutivo, combinando el análisis de las obras históricas que han tratado el tema con el estudio de las fuentes de archivo, especialmente las sesiones de aquel Congreso, para no solo corregir algunas afirmaciones que se han hecho sobre las diputaciones, sino también para aclarar la función de las diputaciones con la experiencia de esta institución llevada a cabo desde 1813 a 1824 en Nueva España, México y las provincias del Reino de Guatemala. La materia de análisis tiene, entre varios objetivos, aportar a las investigaciones en torno a la Independencia