La participación, legitimación y respaldo de los sacerdotes católicos en las fiestas del 15 de setiembre entre 1824 hasta 1920
Como parte de los elementos heredados desde la colonia y que sobrepasaron al tránsito de la independencia, se encuentra la participación en conjunto de autoridades civiles y religiosas en eventos o fiestas a las cuales se les deseó dar un carácter tanto nacional como solemne. La celebración de la independencia fue una de ellas. Por ejemplo, como bien ha indicado el historiador David Díaz, desde los primeros años que se celebró el 15 de septiembre como fecha de la independencia, el clero católico fue un actor de primer orden en los eventos realizados en torno a la celebración. Esto lo hacían tomando parte de los actos civiles, pero también ejecutando sus ritos como la eucaristía y el Te Deum . Ambos, como muestra de agradecimiento a Dios por los favores concedidos, pero también porque ambos ritos eran vistos como el aporte que la Iglesia en general daba al decoro y realce de la celebración. Esta visión fue compartida también por los mismos personeros del gobierno. Como muestra de ello,