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Dr. Víctor Sanabria Martínez (1898-1952)

 
 

1.     El hombre
 
 
1-1. Víctor Sanabria Martínez, nació el 17 de enero de 1898 en San Rafael de Oreamuno (provincia de Cartago), en el lugar popularmente llamado “Choruca”. Sus padres eran dos acomodados campesinos: don Zenón Sanabria Quirós y doña Juana Martínez Brenes. 
 
Cartago fue la capital de la provincia durante el periodo colonial. Se caracterizó por su gente muy política y muy católica. Ha sido por muchos años cuna de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Dentro de este ambiente campesino, de la lucha diaria de la tierra y las brisas del Volcán Irazú, va creciendo el último retoño de la familia Sanabria Martínez. En su pueblo natal hace sus estudios primarios, pasando luego al Colegio Seminario, regentado por los padres paules alemanes. Finalizando la secundaria, en 1912, hace la petición formal a Mons. Juan Gaspar Storck, C.M.,  III Obispo de San José de Costa Rica,  para ingresar al Seminario Mayor. Los informes de su Cura párroco, los padres paulinos y otras personan son muy positivos.

1-2. Inicia sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor, a cargo de los padres paules alemanes en 1914. Los formadores, compañeros y familiares notan muchas cosas en Sanabria: su gran capacidad y disciplina para el estudio, su facilidad para las lenguas y su don para la investigación histórica. 

En 1919 pide la ordenación de subdiácono a Mons. Storck. Finalizados sus estudios de teología, por no contar con la edad canónica para su ordenación sacerdotal, es nombrado profesor del Colegio Seminario.  En este mismo año es enviado a Roma al Colegio Pío Latinoamericano, donde estudia Derecho Canónico en la Universidad Gregoriano obteniendo el doctorado, luego lleva el ciclo de cursos de Filosofía en la Academia Santo Tomas.

 
 2.     El sacerdote y el obispo

2-1. Mons. Felipe Cortesi lo ordena sacerdote el 4 de octubre de 1921 en la capilla del Colegio Pío Latinoamericano. Por razones de familia debe regresar a Costa Rica. Comenta el Padre Alberto Mata Oreamuno (1985): “Pero la enfermedad grave de su padre don Zenón Sanabria, le obligó a regresar a Costa Rica con urgencia a fines de 1921” (p. 8).
 
 
Víctor Sanabria Martínez con ocasión de su ordenación sacerdotal,
Roma, 1921 (fuente: Archivo Histórico Arquidiocesano)
 
 
Mons. Dr. Rafael Otón Castro y Jiménez, I Arzobispo de San José (1921-1939), lo nombra Vicario coadjutor en la parroquia de Cartago, luego lo traslada como Cura párroco a San Ignacio de Acosta y viaja con el señor arzobispo a Roma como secretario, en 1924. Una vez de regreso a Costa Rica es nombrado capellán del Colegio Nuestra Señora de Sion (institución para jovencitas de la alta sociedad costarricense) y profesor de gramática y literatura en el Colegio Seminario. Su “tiempo libre” lo pasa mucho en el Archivo de la Curia Metropolitana, primero ordenándolo, luego indexando y catalogando documentos y otras obras.  

Conociendo las dotes sacerdotales de Víctor Sanabria, Mons. Castro recurre a él para muchas misiones y encargos, sin dejar de lado las ya previstas. Para 1929 es nombrado Tesonero y Administrador de los Fondos Píos en la Curia Metropolitana. En  1935 es nombrado Canónigo Teologal y Vicario General de la Arquidiócesis de San José.

2-2. Por la muerte de Mons. Dr. Antonio del Carmen Monestel Zamora (1921-1937) el Papa Pío XI nombró a Víctor Sanabria Martínez II Obispo de Alajuela el 12 de marzo de 1938. Consagrado en la Catedral Metropolitana el 25 de abril del mismo junto a Mons. Juan Odendall Metz., C.M.,  III Vicario Apostolico de Limón por la trágica muerte de Mons. Carlos A. Wollgarten, C.M.

Su labor pastoral fue dura y fructífera, ya que era la diócesis más grande de Costa Rica, con pocos sacerdotes, zonas muy difíciles por sus condiciones sociales, étnicas y un alto índice de analfabetismo. Al llegar a la Diócesis de Alajuela, se preocupa por el ordenamiento jurídico, convocando un Sínodo diocesano. Visitó toda la diócesis de Alajuela en el tiempo que fue su obispo, atendió las 31 parroquias, a sus 21 sacerdotes diocesanos, fue muy agradecido con los 17 religiosos (capuchinos y redentoristas) y las pocas religiosas que atendían la salud y la educación.

2-3. Por la muerte de Mons. Otón Castro y Jiménez el 14 de diciembre de 1939, Mons. Sanabria es electo por el Papa Pío XII segundo Arzobispo de San José el 7 de marzo de 1940 y toma posesión el 28 de abril.  Se propone una acción de atender las diferentes áreas e instituciones pastorales, que aún hoy están vigentes (Blanco, 1984):

  1. Construcción del edificio del Seminario Central, inaugurado el 28 de febrero de 1950. No solo para Costa Rica, muchos obispos de Centro América enviaron sus candidatos a estudiar a este Seminario por el alto prestigio de la formación.

  2. Fundó el Seminario Menor el 4 de febrero de 1950.

  3. Creó la “Obra de Seminarios y Vocaciones”, aunque para la Arquidiócesis de San José colaboró con la Diócesis de Alajuela y el Vicariato Apostólico de Limón.

  4. La Sociedad de Socorro, para la ayuda al clero. Hoy se llama la “Seguridad Social del Clero” bajo el cuidado de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

  5. Creó el 31 de julio de 1950 Radio Fides (inaugurada del 25 de julio de 1952).

  6. Fortaleció la vida religiosa,  motivando la mayor presencia de los Salesianos, autorizó  la llegada de los Padres Conventuales (Colegio Saint Francis), los Franciscanos, los Claretianos, los Carmelitas Descalzos, los Hermanos de la Salle y muchas comunidades de religiosas para que se dedicaran a la educación y a la atención social de las clases marginadas.

  7. Celebró el IV Sínodo Arquidiocesano (1944).

  8. Impulsó la Acción Católica:  la Juventud Obrera Católica (JOC); la Asociación Pro-Familia y educación (AFE); la Federación Estudiantil Católica (FEC), la Obra de Ejercicios Espirituales; la Oficina de “Defensa de la Fe”, y en el área sindical la central “Rerum Novarum”.

  9. Se preocupó por la formación permanente de los sacerdotes por medio de las “Reuniones del Clero” y los Ejercicios Espirituales anuales. Envió a varios sacerdotes a estudiar a Roma, Estados Unidos y  Canadá.  “Un desvelo constante de Monseñor Sanabria fue infundir a su clero el amor a su ministerio y a las almas puestas bajo su responsabilidad” (Blanco, 1962, p. 179).

  10. Promovió la Educación Técnica para formar obreros especializados.

  11. Fundador junto a Mons. Chávez (Arzobispo de San Salvador) el Secretariado Episcopal para América Central (SEDAC) en 1943.
 
 
 
Mons. Víctor Manuel Sanabria Martínez
(fuente: Archivo Histórico Arquidiocesano)
 
 
 
3.     El profeta de la cuestión social 


3-1. Uno de los aspectos más conocidos por los que historia conoce a Mons. Víctor Sanabria Martínez,  es la “cuestión social”, ocupando durante su episcopado sus mayores desvelos y preocupaciones cotidianas.


Desde finales del siglo pasado, la historia costarricense ha visto configurarse una experiencia muy particular: la conformación de una praxis social por parte de la Iglesia Católica que ha permitido adquirir gran legitimidad ante la casi totalidad de la población, legitimidad que se basa en una presencia activa y protagonista en los grandes momentos  de nuestra historia (Mora, 1989, p. 19).


Nace la preocupación por la “cuestión social” al constatar, durante el corto episcopado en Alajuela por sus visitas pastorales,  la dura realidad de los campesinos alajuelenses,  guanacastecos y de los obreros de la Zona Bananera (al sur de Costa Rica). Hombres y mujeres abandonados de toda oportunidad social. Al llegar a la Arquidiócesis de San José en 1940, la magnitud de la marginación social era mucho mayor. Buscó la oportunidad de dar un aporte en este importante campo desde la visión de la Doctrina Social de la Iglesia.  Cuando se le presentó el momento, lo hizo. Otro factor externo fue la crisis de 1929 con la gran depresión que dejó una secuela económica en la vida del costarricense, que dependía de la exportación del mono cultivo del café tanto a USA como a Europa.


En Costa Rica fue emergiendo poco a poco un movimiento social entre 1915 y 1948:


  • Movimientos sociales ante la dictadura de los Hermanos Tinoco (1917-1919).

  • Leyes del seguro de accidentes laborales (1924) y el Banco de Seguros.

  • Mayor conciencia social de los maestros que salían de la Escuela Normal ante las innumerables situaciones marginales de los obreros y campesinos. Surge la movilización sindical con gran fuerza. Poco a poco van teniendo ventajas laborales.

  • Nacimiento del Partido Comunista el 16 de junio de 1931 (Botey & Cisneros, 1984).

  • Elementos sociales que nacieron el “Reformismo Social” del General Jorge Volio y su aporte en la vida política, desde una perspectiva cristiana.

  • Reinvidicasiones sociales en diferentes frentes nacionales inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia con el apoyo de varios sacerdotes, sobre todo dentro de las organizaciones de obreros y campesinos.

  • La respuesta obrera ante la difícil situación de los trabajadores en la Zona Bananera, la gran  huelga y la represión del Gobierno (Molina & Palmer, 1997).

  • Impactó mucho en Costa Rica la Guerra Civil Española (1936-1939) con la migración de nacionales y republicanos. Aquí encontraron tolerancia, paz y prosperidad: 
Al mismo tiempo, se desarrolla la Guerra Civil Española, la confrontación más dolorosa y sangrienta en la historia de España y uno de los acontecimientos que han despertado más interés y apasionamiento, dentro y fuera de las fronteras de la península Ibérica, incluyendo Costa Rica (Ríos, 1997, p. 11).
 
  • Una migración de judíos polacos entre 1934 y 1938. Su aporte en la instalación de fábricas de ropa, dando trabajo a personas humildes.

  • El inició la II Guerra Mundial y el cierre del mercado alemán del café costarricense. Las consecuencias fueron grandes:
Costa Rica era un pequeño país cuya economía agrícola enfrentaba una profunda crisis, con sus productos de exportación acumulados en los muelles por el cierre de los mercados europeos, con una situación económica de gran incertidumbre, la cual haría acompañar muy pronto, de una buena dosis de intranquilidad social (Miranda, 1994, p. 104).
 
  • Costa Rica aliado de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial e instalación de la Misión Militar hasta finales de los años 70.  Nacionalización de los bienes de alemanes e italianos, causando grandes injusticias.


Por otra aparte,  la realidad de un sector económico alto costarricense, el oligárquico,  que  tenía acceso a la salud, la educación privada y una vida suntuosa, fue creando una dura confrontación de clases sociales.

La inversión en salud, educación y obras públicas del Estado fue raquítica por la baja en los impuestos por la  exportación del café. Las Compañías Bananeras norteamericanas tenían muchos privilegios,  pagaban muy bajas tasas aduaneras y gozaban de grandes concesiones.

3-2. Pero muchos costarricenses en su vida política pensaron que al no existir cambios las cosas tendrían un final desastroso. Tres fuerzas convergen en el “Movimiento de Reformas Sociales” de los años 40: el grupo liderado por el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia que llega a la presidencia en 1940 (médico formado en Lovaina), la llegada de Mons. Víctor Sanabria Martínez como II Arzobispo de San José (1940) y el aporte del Lic. Manuel Mora Valverde, líder del Partido Comunista. 

Cuando se estudia la Década de los 40, brotan las contradicciones en el ser costarricense. Pero los logros sociales fueron disfrutados por las generaciones futuras, hasta finales de 1985.  Los científicos sociales han escrito: “Si el resto de Centro América hubiese tenido estas reformas sociales no hubieran sufrido las situaciones violentas después de 1978”.
Logros del pacto Calderón Guardia, Sanabria Martínez  y Mora Valverde:
  • La derogatoria de las Leyes antirreligiosas del liberalismo de 1884 (1940).
  • La creación de la Universidad de Costa Rica (1941).
  • Creación de la Caja Costarricense del Seguro Social (1941).
  • La reforma a la Constitución con la inclusión del capítulo de las Garantías Sociales (1942).
  • La aprobación del Código de Trabajo (1943).
 
Mons. Víctor Sanabria en todo esto jugó un papel de mediación muy importante, recibiendo el apoyo del Obispo de Alajuela y el Vicario Apostólico de Limón, pero el clero de todas las diócesis fueron sus colaboradores en las parroquias y los grupos apostólicos de Acción Católica. Pensó siempre Mons. Sanabria en contar con un sindicalismo católico, inspirado en la Doctrina Social. Lamentablemente el sacerdote que puso en este servicio, luego le dio la espalda durante la Guerra Civil de 1948. 

3-3. De 1944 a1948 la situación política costarricense es muy convulsa. Las elecciones de 1948 son anuladas a favor del Dr. Rafael A. Calderón Guardia contra el Periodista don Otilio Ulate. Surge el 12 de marzo el Movimiento de Liberación Nacional abanderado por don José Figueres Ferrer, donde sus fuerzas se enfrentan a las del Gobierno.  Existe un pacto entre don José Figueres Ferrer y don Manuel Mora Valverde (Alto de Ochomogo, entre Cartago y San José) para el respeto y protecciones de las Garantías Sociales y evitar la “Batalla de San José”. Las tropas del Gobierno al final se rinden y las persecuciones hacia los vencidos fueron devastadoras. Los muertos se calculan en unos 2.000.

Pero la garantía de don José Figueres del respeto a los logros sociales, va más allá, y durante su gobierno creó otras instituciones complementarias, que llevan a que los que apoyaron a Figueres le quitaran su apoyo. Figueres responde eliminado el Ejército como institución permanente.

La relación entre Sanabria y Figueres nunca fue la mejor. Existieron muchos roces, el más notable fue durante el Tedeum de Acción de Gracias por la instalación de la Asamblea Constituyente. El Vicario General, Mons. Alfredo Hidalgo, pronuncia una homilía de conciliación nacional y denunció la persecución hacia los vencidos. Fue el motivo para que estallara una crisis entre la Iglesia Católica y la Junta Fundadora de la II Republica.  Incluso se habló de que Pío XII quitaría a Sanabria del Arzobispado.

3-4 En los finales de 1948, el expresidente  (1940-1944) Dr.  Calderón Guardia y el General Anastasio Somoza invaden Costa Rica para “botar” a Figueres, pero interviene la naciente Organización de Estados Americanos (OEA) y hacen que las fuerzas invasoras se retiren. En este nuevo conflicto muere un joven sacerdote de manos de la Guardia Nacional de Nicaragua. El Padre Jorge Quesada (Pbro. 30-11-1947) ordenado por Mons. Sanabria.  Estaba colaborando con la Cruz Roja. Fue una gran pena para el señor arzobispo (Blanco, 1962).

Para celebrar el  II Centenario de la Erección de la Sede Metropolitana, se convocó el Congreso Eucarístico de Guatemala en diciembre de 1943. En el mes de junio el Sr. Arzobispo de Guatemala visitó cada país centroamericano para invitar a los prelados. El Gobierno de Guatemala le negó el ingreso a Mons. Sanabria por “ser un obispo comunista”, la polémica interna y externa fue grande (Blanco, 1962). Muchos obispos del Istmo se solidarizaron no asistiendo, incluso algunos obispos guatemaltecos. 

Posteriormente en 1950, el Papa Pío XII y Mons. Sanabria hablaron en una larga audiencia de todos los problemas de Costa Rica. Se cuenta que Pío XII tenía en su escritorio las obras escritas por Sanabria y le indicó que siguiera adelante sin preocupaciones, que contaba con su confianza.

Fue Sanabria el hombre que leyó lo signos de su momento histórico, dio el aporte desde una reflexión teológica y siempre creyó que Costa Rica podría tener cambios y transformaciones desde la perspectiva cristiana. Es claro que nuestra tierra “tica” hoy, de una u otra manera goza de los vestigios de la herencia de Sanabria. “Los verdaderos seguidores de Sanabria se reparten en toda la escala de la jerarquía católica y del pueblo cristiano costarricense” (Solís, 1983, p. 13).


 
4.     El historiador


Dentro de la activa vida pastoral de Mons. Sanabria, tanto en su ministerio sacerdotal como episcopal, fue su gestión histórica. Pero no fueron obras cortas, si no magnas obras de fondo.

Un instrumento muy importante de Sanabria fue el dominio de la lengua castellana, no solo la contemporánea,  también conocía el castellano antiguo, fuera del dominio del inglés, francés, italiano, latín y griego, y el alemán que llegó a dominar casi como la lengua materna.  ¿Por qué el alemán?  Ya que las principales obras y apuntes históricos de la Iglesia de Costa Rica habían sido escritos por los prelados: Mons. Bernardo Augusto Thiel (1880-1901) y Mons. Juan Gaspar Storck (1903-1920), alemanes.  Todo su análisis histórico lo presenta desde una perspectiva muy costarricense, sin dejar de lado las circunstancias externas que influyen en un hecho. Don Eugenio Rodríguez afirma:

En el papel de historiador sorprenden sus juicios independientes, que en más de una oportunidad parecen reñidos con la ortodoxia religiosa: desde luego que no disimula su condición de sacerdote y de Obispo, pero tratar de encontrar la verdad de los hechos en medio de confusas circunstancias, y expone su criterio con gran objetividad (Rodríguez, 1980, p. 243).

El punto de inicio de la labor de historiador de Sanabria lo podemos apreciar en su vida sacerdotal, siendo el responsable del Archivo de la Curia Metropolitana, contando con una abundancia de información documental que no estaba sistematizada. El organizar el Archivo lo llevó a viajar por el origen y pasado costarricense de herencia española, pero esta labor la habían comenzado Mons. Thiel y Mons. Storck. Sanabria va a profundizar aquellos aspectos que consideró necesarios para una historia de la Iglesia de Costa Rica y complementar muchos aportes particulares de parroquias, personas e instituciones, sin dejar de lado la vida civil y política.

Podemos dividir las obras históricas y pastorales de Mons. Sanabria en tres partes:


1-      Grandes obras

2-      Escritos medianos

3-     Cartas, artículos periodísticos, literarios y respuesta a situaciones coyunturales.



Grandes obras escritas:

1927
 
Datos  Cronológicos para la Historia Eclesiástica de Costa Rica (1774-1821). Cultura Católica. Entregas posteriores en la Revista Mensajero del Clero, 1931-Ed. ECOR – 1992 - 232 pp.
 
 
1933
  
Anselmo Llorente y Lafuente. Primer Obispo de Costa Rica. Apuntamientos Históricos. San José. Librería Universal. 407 pp.-ECR - 1972.
 
Primera Vacante de la Diócesis de San José. Apuntamientos Históricos. San José. Imprenta Lehmann. 405 pp. -ECR - 1973.
 
  
1941
  
Bernardo Augusto Thiel, Segundo Obispo de San José. Apuntamientos Históricos. San José. 608 pp.-ECR – 1974 – 804 pp.
 
1943
 
Curato viaje de Colón. Traducción del alemán. Original del italiano Felipe Valentín.  Imprenta Lehmann. 120 pp.
 

1945
 
Documenta Histórica Beatae Mariae Virginis Angelorum. Imprenta Atenea. San José. 318 pp.-ECR – 1980.
 
 
1957
 
Genealogías de Cartago hasta 1850. Obra Póstuma. Academia de Geografía e Historia. 6 Tomos.
 
 
1984
 
Reseña histórica de la Iglesia de Costa Rica de 1502 hasta 1850. Apuntamientos Históricos. San José. DEI – 304 pp. Obra inédita encontrada en el Archivo de la Curia Metropolitana.
 
 

Obras medianas:
 
 
1928
Los orígenes de la Masonería en Costa Rica. Documentos Históricos de la Masonería Centroamericana 1937.
 
1929
Una Historia Poética de la Virgen de los Ángeles. Mensajero del Clero.
Los muertos en el combate naval del 22 de noviembre de 1856. Revista de Costa Rica (junio y julio).
 
1930
Algunas ideas de don Braulio Carrillo. Mensajero del Clero.
 
Una relación de la Batalla de Rivas. Mensajero del Clero (mayo).
El Doctor don Domingo Rivas. Religión y Patria.
Fray Alonso Bravo de Laguna. Mensajero del Clero (Mayo).

1931
Últimos años de la orden franciscana en Costa Rica. Imprenta Lehmann, 59 pp.

1932
El Obispado de Nicaragua y Costa Rica (anotaciones). Mensajero del Clero (setiembre).
Los muertos de la Campaña Nacional. Imprenta Lehmann.

1934
¿En qué año sucedió el hallazgo de la Imagen de Nuestra Señora de los Ángeles? Mensajero del Clero (agosto).

1943
Episcopologio de la Diócesis de Nicaragua y Costa Rica (1531-1850). Ensayo critico. Librería Lehmann.
 
 
“El hecho de que sus obras, en vez de debilitarse, van adquiriendo cada vez mayor prestigio, constituye la mayor prueba para poner en evidencia su significación en este campo” (Meléndez, 1977, p. 3).

 

Epilogo

Es difícil sintetizar la vida de un hombre de Dios, en varias ocasiones deseó ser jesuita después de venir de sus estudios en la Ciudad Eterna. Los hombres de Dios siempre miran hacia los otros hombres, leyendo en ellos los signos del Señor. Ya que Sanabria también fue una maestro de la espiritualidad y un enamorado de María.

Muchos teólogos se han atrevido a señalar que de una u otra manera Sanabria presintió el  “Concilio Vaticano II”, tenia un olfato profético de un horizonte renovador de la Iglesia Católica. Sobre todo habló y escribió sobre “cosas” que tenían que cambiar el mundo, para que se lograra la paz, la solidaridad y el bienestar común del hombre, la familia y la sociedad.

La historia centroamericana ha quedado marcada por la vida y la obra de dos grandes arzobispos.  El primero de ellos, Mons. Sanabria, Arzobispo de San José, a finales de los cuarenta no dudó en apoyar las luchas de la clase obrera costarricense llegando al extremo de trabajar en conjunto y abiertamente con el partido comunista. La historia criolla de nuevo ha querido borrar de la memoria de los pobres la gesta de este gran obispo. Más recientemente, otro arzobispo irrumpió novedosamente. Mons. Oscar A. Romero, Arzobispo de San Salvador. Tres años fueron suficientes para revolucionar la concepción de lo que es el ministerio episcopal y el sacerdocio (Dussel, 1981, p. 14).  

Mons. Víctor Sanabria Martínez murió el domingo 8 de junio de 1952 solemnidad de la Santísima Trinidad.  Después de un largo domingo de predicación y dos largas jornadas de conferir el Sacramento de la Confirmación en la Catedral Metropolitana, almorzó, después de medio día, descansó un rato. Por ahí de la 5:00 p.m.  fue a la capilla arzobispal a visitar el Santísimo,  rezar el Santo Rosario y su breviario. Volvió al dormitorio al sentirse indispuesto, y pidió a la Srta. Luisa González un café negro  y unas pastillas, pero sudaba mucho y su semblante era delicado. Alarmada su ama de llaves llamó a su  medico (un sobrino) y un farmacéutico vecino. Monseñor se sentó en un sillón y dijo que era pasajero, pero aquí le vino el infarto. Para este momento habían llegado otros médicos amigos, pero ya Víctor Sanabria Martínez había muerto a los 53 años y 12 de episcopado.

La consternación esa noche fue muy grande, miles de costarricenses de todas las clases sociales se acercaron a la Catedral Metropolitana a darle el último a dios. El Presidente don Otilio Ulate Blando decretó tres días de duelo. 

Luego de los funerales oficiales, su cuerpo fue llevado a San Rafael de Oreamuno donde desde ese día descansan en un lugar que en vida Mons. Sanabria había escogido en el Cementerio de su querido pueblo “Choruca”.  Hoy, su cuerpo reposa en el mismo sitio donde fue enterrado. Es una capilla que es conservada por la parroquia.

 

Bibliografía

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Volio Marina, Jorge Volio y el Partidos Reformista. ECR, San José, 1972.
 
 
 
Óscar Lobo Oconitrillo
Instituto Arquidiocesano de Investigación Histórica

 

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Durante 4 sábados en la mañana, entre el 20 de abril y el 11 de mayo de este año, en el salón de reuniones del Archivo Histórico Arquidiocesano, tendrá lugar una nueva edición del  Curso Básico de Investigación Genealógica , impartido por el genealogista Mauricio Meléndez Obando. Es un curso dirigido tanto a las personas que quieran iniciarse en la Genealogía, como a aquellos que, aunque ya han realizado investigaciones sobre historia familiar, desean adquirir un conocimiento más preciso sobre cómo realizar estas investigaciones y qué documentos se pueden consultar. Datos prácticos del curso El curso se estructura en tres partes teóricas, más una práctica dirigida que cada estudiante irá realizando durante el curso. Los tres bloques teóricos son:  I. Introducción a la Genealogía : conceptos generales e Historia de la Genealogía en Costa Rica.   II. ¿Cómo cultivar un árbol genealógico? Metodología y fuentes de información, que abarcan la información que uno pueda recopilar en el entorn

Los retratos de los obispos de Nicaragua y Costa Rica existentes en el Archivo Histórico Arquidiocesano de San José

El Archivo Histórico Arquidiocesano conserva en sus instalaciones una colección de 33 retratos de obispos de Nicaragua y Costa Rica , parcialmente expuesta en el segundo piso del edificio, colección de la que ya hemos hablado en anteriores notas de este blog. Es sabido que este conjunto de retratos fue realizado por el pintor nicaragüense Toribio Jerez por encargo de Monseñor Bernardo Augusto Thiel. Ahora nos proponemos exponer cual fue exactamente el origen de estas obras de arte y cómo llegaron hasta Costa Rica, apoyándonos en la abundante y expresiva correspondencia enviada y recibida por el obispo y conservada en Fondos Antiguos. Estas fuentes se encuentran principalmente en los dos libros copiadores de correspondencia enviada por Mons. Thiel entre los años 1886 y 1887 (FA-338-2, folios 135-136, 179, 246, 279, 471-474) y 1887 y 1888 (FA-338-3, folios 45, 64-66, 70-72, 114v, 135 y 259v) y en el volumen de correspondencia recibida por Thiel entre los años 1886 y 1889 (FA-348-1